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UN VIAJE AL INCONSCIENTE

De la misma manera que utilizamos un espejo para observar nuestro aspecto externo,
podemos utilizar las imágenes del Tarot para reflejar nuestro estado interior. Sus imágenes son un espejo de las imágenes del alma. Cuanto más tiempo
dirijamos la mirada hacia nuestro interior, más podremos descubrir acerca de nosotros mismos y de
nuestra vida.
Un espejo refleja la realidad visible sin evaluarla. Nos enseña lo bello y lo feo, las cosas
agradables y las desagradables. No tiene otra alternativa. El espejo puede guardarse o romperse en
pedazos, pero la realidad no cambia.
Las imágenes de las cartas del Tarot describen estados emocionales. Podemos examinarlas
más detenidamente para familiarizarnos con nuestro yo interior desde distintas perspectivas. Las
imágenes no son ni "Positivas" ni "Negativas". No están ni a favor ni en contra de nosotros. Simplemente
nos proporcionan pistas que podemos examinar, descartar, considerar, olvidar o aceptar.
Muchas personas tienen miedo de su propia realidad interior. Dicen conocerse a sí mismas
y gastan una gran cantidad de tiempo y de energía en mantener su mundo imaginario. Pero cuanto más
desesperadamente se aferran a él, más evidente resulta la falta de sustancia detrás de la fachada. Todo
acto de resistencia, toda negativa a creer, es una indicación de que hay miedo, represión, limitaciones
autoimpuestas, falta de libertad y aislamiento. La realidad personal permanece en el subconsciente sin
reconocerse.
Nunca podremos aceptarnos a nosotros mismos si huimos de nuestra realidad interior.
